Leyendo la primera parte del tema, como primera actividad, podemos quedar asombrados al ver la poca importancia que le estamos dando a nada. El ejemplo viene dado por el uso que podemos hacer cómodamente desde la cafetería, el bar, o el estanco a un euro.
Lo usamos, lo tiramos, lo quemamos, y no nos paramos a pensar en su valor. Después de observar, lo que varias ONG´S hacen a diario, hay que plantearse que es lo que estamos haciendo con este mundo que es de todos por igual.
Para nosotros es sorprendente, pero vemos lo que supone para personas que básicamente no disponen de agua potable, no pueden ir al médico ni tomar tratamientos, no pueden llevar a sus hijos a la escuela ni darle la educación y formación que todo niño merece, o ni siquiera pueden darles de comer. Entonces, ¿qué estamos haciendo?, ¿en que estamos pensando?. Tendríamos que empezar a plantear dar respuestas a estas preguntas.
Es llamativo ver como jóvenes que ni siquiera tienen un puesto de trabajo, pueden llevar prendas que darían de comer a una familia un mes, o ver como hay seres que se están comiendo literalmente el planeta, mientras hecha las migajas a personas que son iguales que ellos, pero, ¿por qué pasa todo ésto?, ¿qué hemos estado haciendo mal todo este tiempo?.
Pero la cuestión no es hacerse las preguntas y dejarlas sin respuesta. Hay que responder, hay que hacer, hay que actuar. Cada uno en función de sus posibilidades, cada uno de la manera que le sea posible, pero lo que tenemos que hacer es ponernos las pilas YA!.
